A veces cuesta llegar al estribillo

Canciones

  1. 01. Mala tiña
  2. 02. Tú que, yo que
  3. 03. Amaina tempestad
  4. 04. Amenaza desastre
  5. 05. Contigo mismo
  6. 06. La cera que arde
  7. 07. Angelitos
  8. 08. A moco tendido
  9. 09. Rompe la cadena
  10. 10. Ni gozo ni calvario
  11. 11. A veces cuesta llegar al estribillo

Créditos

Este disco ha sido grabado en el Estudio Du Manoir de Las Landas (Francia) en Marzo de 2010, con la Producción y Dirección de Eugenio Muñoz, con Mario F. Trejo como Técnico de sonido y Guillaume Delor Aprile como Técnico ayudante de grabación.

Rosendo Mercado a la Voz y Guitarras, Rafa J. Vegas al Bajo (utiliza amplificadores Ampeg) y Mariano Montero a la Bateria (utiliza material Pearl, Sabian, Vic Firth y Attack de Supravox).

Mezclado en los Estudios PKO de Boadilla (Madrid) en abril de 2010 y Masterizado por Alberto Alejo (Mintxo) en PKO.

Mantenimiento de equipo Alejandro Menéndez (Mundimúsica).

Foto de grupo del libreto, fin de gira en Sala Gamma: Domingo J. Casas

Diseño de carpeta Victor Zapata (www.mastres.com).

Letras

Mala tiña

Al acecho, siempre andas al acecho
indagando y revolviendo en el desecho.

Eres un sabueso torpe y desorientao.
El disloque, me provocas el disloque
cuando intentas enfocar el desenfoque.

Tanta basurilla
cala hasta los huesos
yo te diría más
hazte mirar eso.

De pegote, fina estampa de pegote,
la mochila de un tonto de capirote.

Un maledicente, un dinero mal gastao.

Darse el bote, mala tiña darse el bote
so caterva de rapiña y zopilotes.

Tanta basurilla
cala  hasta los huesos
yo te diría más
hazte mirar eso.

Tú que, yo que

Yo siempre discreto miro bien donde me meto
y al revés, tú siempre al revés.
Yo con mis respetos pero llegas tú saltando el seto.
Y es  que los dos estamos siempre igual.

Tú muy de soslayo y yo a la mínima me explayo
de decir y de no callar.
Tú con el desmayo y yo, que venga ya y me parta un rayo,
y es  que los dos estamos siempre igual. Siempre igual.

Vengo yo canalla y tú cortando cual cizalla.
Digo yo …, ¡tú no dices ná!.
Yo que no te vayas y tú caminito de la playa.
Y es que los dos estamos siempre igual.

Tú muy responsable, yo que soy poco fiable.
Tú que sí, yo “comme çi, comme ça”.
Tú con los afeites, yo bregando con uñas y dientes.
Y es  que los dos estamos siempre igual. Siempre igual.

Ando que si anduve y tú que si con be o con uve.
Yo que a cien, tú que ni p’atrás.
Yo que no me sube y mientras tú viendo pasar las nubes.
Y es que los dos estamos siempre igual.

Yo que pelo suelto, tú que un buen par de coletas.
Yo hasta aquí, tú que un poco más.
Digo yo que aprietas y tú que me vaya a hacer puñetas.
Y es  que los dos estamos siempre igual. Siempre igual.

Amaina tempestad

Sin el consentimiento ni tu voluntad,
colmado el vaso de su propia vaciedad,
mi mano está tendida con autoridad.

Al menos una vez hacerlo a mi manera
a ver si sale bien.

Hay que tomar aliento, se puede esperar.
De ciento en viento son pelillos a la mar.
Que cada cual respire a su necesidad.

Llevarnos a matar, mirarnos el ombligo,
vivir la soledad.
No voy a renunciar, no pierdas los estribos
amaina tempestad.

Por defensor a ultranza nada que objetar.
De chanza en chanza, ni por cuarto la mitad.
Un hilo de esperanza sin especular.

Hay mucho que aprender, rescatar del olvido,
hay como y hay porqué.
Una regla de tres, yo siempre ire conmigo
donde vayan mis pies.

Al menos una vez hacerlo a mi manera
a ver si sale bien.
No voy a renunciar, no pierdas los estribos
amaina tempestad.

Amenaza desastre

Punto de mira marca mortal,
algo no estamos haciendo bien
y no hay nadie, no hay nadie.
Ya se respira calma fatal,
pesa en el aire su desnudez
y no hay nadie, no hay nadie.

Amenaza desastre, suelta lastre, huye,
y ¿a dónde vas?
Aquí no hay nadie.
Demasiado desgaste, la verdad se intuye
y el miedo más.
Aquí  no hay nadie, aquí no hay nadie.

Ya no conviene razón de ser,
no se detiene la saciedad
y no hay nadie, no hay nadie.
Truena en el cielo la oscuridad
nada esta claro en lo que se ve
y no hay nadie, no hay nadie.

Barre las calles un vendaval,
fluye el desaire y la insensatez
y no hay nadie, no hay nadie.
Brama la infamia su libertad,
cunde en silencio el acto de fe
y no hay nadie, no hay nadie.

Amenaza desastre, suelta lastre, huye.
Y ¿a dónde vas?
Aquí  no hay nadie.
Demasiado desgaste, la verdad se intuye
y el miedo más.
Aquí  no hay nadie, aquí no hay nadie.

Contigo mismo

En un arranque de virtuosismo
perdiste el control y ya no es lo mismo.
Si tú estás tan contento contigo mismo
yo que me alegro tanto por ti.

Con cuatro trazos como argumento
y todo el poderío de tu talento
estás contigo mismo tú  tan contento.
Y yo que me alegro tanto por ti.

Por no decir que te da lo mismo
me pones esa cara de catecismo.
Si tú estás tan contento contigo mismo
yo que me alegro tanto por ti.
Con ese culo de mal asiento,
con tanta mala leche y con tanto cuento
estás contigo mismo tú  tan contento.
Y yo que me alegro tanto por ti.

La cera que arde

Vivo condenado al equilibrio inestable
y la conciencia implacable,
una de dos, inocente o culpable.

soy prisionero de mis propios alardes,
de la herida incurable
que es la ocasión que aún esta por llegarme.

nunca fui tan fiero que los perros me ladren
y aunque esquivo de amarre
tengo algo más, algo muy importante.

es mi tesoro, es la prueba palpable,
cuando llamo y me abres,
cuando te vas y yo puedo quedarme.

soy más sincero que un reguero de sangre,
que el sabor a vinagre,
por lo demás, ni pequeño ni grande.

y lo que espero desde aquí  en adelante
es que el cuerpo me aguante,
que no haya más que la cera que arde.

Angelitos

Es tan crudo como indigesto,
son un libro abierto a posteridad
que no hacen bien ni vivos ni muertos
y aquí todos contentos o nadie en paz.

Es un atropello.

Ley en mano resultas molesto
y muy poco tiesto para destripar.
Si no hace ni sombra el porvenir incierto
más te vale tuerto que ciego total.

Es pecado mortal entrar a degüello,
es pecado mortal.

Angelitos, …que duerman bien.

Quién decide que va a ser dispuesto.
Quién somete a perpetuidad.
Quién se sale de todo contexto.
¿y quién se come esto entre pan y pan?

Es pecado mortal entrar a degüello,
es pecado mortal.

Angelitos, …que duerman bien.

A moco tendido

A fondo perdido y manos dispuestas
no siempre la vida te da sorpresas,
hubieras debido tenerlo en cuenta.

Lúcido, silente y con sentido del ridículo,
hagas lo que vieres no funciona como estímulo.

Entrar en cintura, amor de madre,
¿prudencia y mesura?, …¡abominable!.

Lúcido silente y con sentido del ridículo,
hagas lo que vieres no funciona como estímulo.

A brazo partido y a tumba abierta
los sueños perdidos se manifiestan
y acuden rendidos a la retreta
a moco tendido y lágrima suelta.

Rompe la cadena

Bajo el yugo de la incapacidad
se alza un canto ante su temeridad,
una llama de libertad
disipando la oscuridad.

Sobre el charco de la mediocridad
sigue a flote terca la integridad
manteniendo su identidad
solo a fuerza de voluntad.

Haciendo el corazón trinchera,
ondeando el alma como bandera,
siendo dignidad única frontera.

El convite de la rivalidad
no permite vestir debilidad,
tolerando crueldad,
falseando autoridad,
rompe la cadena no hay más.

Sorteando el ideal
donde no te incluirán,
rompe la cadena no hay más.

Haciendo el corazón trinchera,
ondeando el alma como bandera,
siendo dignidad unica frontera.

Ni gozo ni calvario

No, esta vez no,
no me apunto al bombardeo.
No, esta vez no,
no rabio ni pataleo.

Ese sutil caracoleo
que ya no me lo creo,
te escondes donde yo te veo
con toda precisión.

No, esta vez no
esta ni me lo planteo.
No, esta vez no
yo de aquí no me meneo.

Se ha terminado la bonanza,
se oculta el pasteleo,
y dando coces a voleo
las vamos a pagar.

No, esta vez no,
no seré quien de yo el queo.
No, esta vez no,
esta me la regodeo.

Ni mejorando lo presente,
ni gozo, ni calvario,
ni un solo gesto temerario
es una solución.

No se equilibra la balanza
a base de venganza,
no disminuye la distancia
ni aguanta la razón.

A veces cuesta llegar al estribillo

Quizá no venga al caso, pero es irresistible,
vamos a hacer un cantar.
El primer paso es, sin duda imprescindible,
tener algo que contar.

Cómo apetece sentarse en el corrillo.
¿qué se te ofrece?, …te van a preguntar.
A veces cuesta llegar al estribillo.

Parece que camina, tenemos argumento
¿dónde queremos llegar?,
podemos transmitir placer o sufrimiento,
podemos …ni fu, ni fa…

llegados a este punto dos vueltas de tornillo

y ya estamos al final.
Ha sido fácil gozar como un chiquillo
de un modo tan natural.

Cómo apetece sentarse en el corrillo.
¿qué se te ofrece?, …te van a preguntar.
A veces cuesta llegar al estribillo.